Teoría Antropologica (Teoría de la Educación)
UNIVERSIDAD ALFONSO REYES
LICENCIADA EN FORMACIÓN INFANTIL
TEORIA ANTROPOLOGICA
ALUMNO: XIOMARA ALEJANDRA AGUIRRE HUERTA MATRICULA: F-3628
GRUPO: PRIMERO TURNO: NOCTURNO
CATEDRATICO: LIC. LAURA RODRÍGUEZ
MATERIA: TEORIA DE LA EDUCACIÓN
SAN NICOLÁS DE LOS GARZA, N.L. A 19 DE MARZO DEL 2013
TEORIA ANTROPOLOGICA
Primeramente decir que las teorías antropológicas no son un cuerpo normativo, no son un catecismo sino son herramientas que nos sirven para explicar la realidad de la cultura y de la diversidad cultural.
La disciplina antropológica nació a mitad del XIX. El motivo principal de su
nacimiento fue el determinar la razón de las diferencias entre distintos nativos de distintas colonias y las culturas europeas.
La antropología es una ciencia muy joven, sus orígenes están desde hace un par de siglos atrás.
La antropología es una disciplina del conocimiento dedicada a la generación de saberes sobre la cultura de los “otros” o la cultura a la que una o uno mismo pertenece. Este conocimiento, hasta hace poco presumido como “objetivo” y basado en “hechos” ha sido relativizado progresivamente ante la multiplicación de formas de conocer la “realidad”. En este sentido, todo conocimiento del mundo, de la sociedad y de la cultura se encuentra mediado por los lentes conceptuales que el antropólogo o antropóloga utiliza, a veces concientemente, a veces de manera inconciente.
Si en el pasado fue posible pensar en sociedades cerradas, en comunidades cara-a-cara, en culturas auto-contenidas, ahora es necesario reconocer que en tiempos en que las transformaciones globales, post-nacionales, post-coloniales han acelerado y evidenciado las conexiones entre sociedades y culturas diversas, las estructuras desiguales de poder, la multiplicidad de formas culturales validas y legitimas, todas dignas de existir, la antropología se ve, por necesidad, obligada a cambiar.
La antropología, como cuerpo disciplinario, ha emprendido desde los años ochenta una reflexión crítica sobre sus herramientas de campo y sobre las teorías que en el pasado fueron útiles para entender el mundo. Sin romper de manera radical con el pasado, la teoría antropológica de la sociedad contemporánea busca afinar los conceptos y teorías, adecuándolas a la realidad de la sociedad contemporánea, una muy distinta de la del pasado en la que los grandes próceres de la antropología establecieron sus reglas disciplinarias.
El desarrollo de la teoría antropológica comenzó en la época llamada la Ilustración. Los filósofos sociales del siglo XVIII fueron los primeros en sacar a la luz las cuestiones centrales de la antropología contemporánea y se esforzaron resueltamente, pero sin éxito, por formular las leyes que gobiernan el curso de la historia humana y la evolución de las diferencias y de las semejanzas socioculturales. John Locke publica an essay concerning human understanding. Locke se esforzó por probar que en el instante de su nacimiento la mente humana es un “gabinete vacío” (Locke 1894, 1, p.48, original, 1690).
El conocimiento o las ideas con que la mente viene luego a llenarse las adquiere todas con el proceso de lo que hoy llamaríamos enculturación. Aunque existen potencialidades distintivamente humanas, otras que las animales, ideas innatas no existen.
Las ciencias sociales y la antropología deben debatir modelos y prácticas sin dejar de tener en cuenta categorías tales como: a) sociedad postindustrial, b) teorías postestructuralistas y c) dialogismo y heteroglosia.
Es necesario que las disciplinas teóricas en el ámbito académico analicen las formas de representación y de acción desarrolladas en las tres dimensiones anteriormente enumeradas, en un sistema social caracterizado por su heterogeneidad respecto a la distribución de roles institucionales y a las exigencias transdisciplinarias en lo que tiene que ver con la producción de conocimiento.
Considerando que la producción de conocimiento está relacionada con habilidades, experiencias e instrumentalidades de los individuos enfrentados a problemas y a exigencias variables, podría estudiarse, por ejemplo, el impacto antropológico causado por la emergencia cultural de tecnologías complejas habituadas al empleo de ordenadores y al vertiginoso avance de las telecomunicaciones.
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